jueves, 18 de junio de 2009

Jueves 18 de Junio 10 : 33

Luego de un largo de tiempo de ausencia (la longitud o la duración de los elementos y/o cosas es subjetiva. A modo de ejemplo, la ausencia de la cual estamos hablando es mucha frente a la vida de una mariposa y poca frente al movimiento de los continentes) he tenido unos tiempos como para ponerme a descubrir el objetivo de la vida. Lo que me lleva a enunciar que la vida es como un centrifugador de lechuga; pero todavía no se porque. Así que el objetivo (parte de la vida, incluso parte escencial de ella) es encontrarle el sentido al objetivo de vida.
Hay quienes sostienes que este centrifugador llamado vida gira en sentido horario y así enfatiza el carácter unilateral, irrevocable y diacronico de la vida. Yo personalmente soy de la teoría del sentido antihorario de esta vida y así remarcar el carácter irónico de la vida. También sostengo que lo de lo horareidad y su antihorareidad es una arbitrariedad dada por el espacio en el que estamos. Y como realmente en el espacio (exterior) no hay espacio (en tanto atrás o adelante) por lo cual el movimiento debe ser más complejo.
Incluso se podría decir que las teorías positivistas de la vida con un solo movimientos se han vuelto añejas (pero no en el sentido bueno de un etiqueta negra, sino que más bien en el sentido malo de un vinagre). La vida más que girar como uno un aro o circulo en dos dimensiones debe girar también en una o tercera dimensión, así que lo que se llamaría vida sería más similar a una esfera (aunque no creo que sea un cuerpo uniforme) la cual se mueve en tres dimensiones. La vida rota y se traslada: como la tierra (parte de la vida), pero además tiene la posibilidad de cambiar la dirección y de incluso detenerse para volver a empezar. Lo que hace que sea un movimiento más complejo y difícil de abstraer. Por lo que nos permite decir que la vida tiene un movimiento desuniforme, más parecido al de una garrapata con metáanfitaminas que al de una órbita.
Santo Tomas de Aquino vuelve a la teoría del centrifugador y por metonimia nos habla de la mano que impulsa a esta vida ya que esta vida (como cualquier centrifugador de lechuga) puede girar para ambos lados (como un o una bisexual). Entonces y según esta teoría, la vida gira según quiera la mano, o sea Dios - o mejor dicho su mano - quiera.
Como ya lo hemos visto, el objetivo de la vida es claro, pero no su sentido, así que desde ahora, voy a intentar buscarlo. Habrá que ver como giran las cosas.

2 comentarios:

el Director dijo...

Dios es zurdo

luliexperiment dijo...

habria que patentar el centrifugador de lechuga bisexual y que afuera del packaging diga bien grande "INCLUYE EL OBJETIVO DE LA VIDA "...despues que lo compremos, lo enchufamos y lo vemos girar, podriamos probar con brocoli a ver que sucede.