El profeta dio media vuelta y se dirigió a la masa de seguidores invisibles y mientras estos lo admiraban el levanto su cabeza hacia el horizonte y con voz clara y calmada dijo :
" Colegas ... ... ya es 21 de setiembre, es tiempo de una nueva estación, la primavera. Madre de vanidades y frivolidades, gatillo de lo impuro y lo superficial. Son estos los momentos en los cuales debemos detenernos para reflexionar sobre lo sutil, honorable e importante para preguntarnos ¿qué es el alma?
Ya es conocido que no se sabe lo que es, pero ciertas películas anuncian que su masa es de 21 gramos. Algo que no se sabe lo que es se puede masar en 21 gramos. El iluminado Soi Baba dijo que esos 21 gramos pesan lo mismo que pesa un pedo y que es exactamente el valor del alma; un pedo.
Ahora si pensamos no en el peso del alma sino en la calidad de la balanza para medir. ¿Por qué 21 gramos? es muy poco y de seguro el margen de error debe ser mayor. Entonces como aceptamos que el alma pesa 21 gramos o un pedo, sin discutir. Yo personalmente confió en la habilidad que podemos tener para aceptar que lo importante del alma no es el peso, sino que otra cosa. Porque todo el mundo habla del alma y es muy poco pesada, sin duda debe tener otra cualidad más importante que su masa. Seria más interesante si fuera eterna, invisible, abstracta, mágica. Pero en lugar de eso decidimos intentar pesarla. ¿Qué daño nos ha hecho la modernidad?"
El profeta se dio media vuelta y mientras sus seguidores festejaban sus palabras con fuegos artificiales y rayos láser, el profeta se fue sin ser visto maldiciendo en voz baja.
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