Ante todo presentarme. Mucho gusto mi nombre es Ruy. A pesar de que parezca, no es un seudónimo, mi nombre realmente es Ruy. Sucede que mi padre tenia gustos particulares en el nomesclator de sus hijos. Todo esto de la diacronía de mi nombre viene para que ustedes me conozcan, así se hacen alguna idea de lo que puede venir y como analizarlo. Así que interpreten todo lo que viene como algo salido de un tipo llamado Ruy.
Ese algo es sobre mi tradicional tema de los molinos, artefactos, dragones, quijotes, murphys, héroes y andemais (si quieren leer las entradas anteriores, toquen la etiqueta de "molinos". No se preocupen ella es promiscua y se deja tocar) .
Es sabido que la creación del nemesis, no es más que la creación del héroe. Porque el sujeto en términos de Barthes (gran golero mejor semiólogo) es el héroe, y los villanos simplemente los adversarios, algo que le sucede a los héroes en su camino. Sino piensen ... : ¿de quién lleva el titulo la odisea?, ¿se llama por Circe, el ciclope (no me acuerdo el nombre), o las sirenas (no me acuerdo si tenían nombre)?. La respuesta vendría a ser no, se llama como nadie, o mejor dicho como Odiseo. Todos estos villanos están simplemente para glorificar al héroe. Y incluso son personajes interesantes, poderosos y bien creados simplemente para glorificar al heroe. La lógica es sencilla, mientras más metros tenga Golliat, mayor es la valentía de David. Y ahí esta la clave, en la valentía, recordemos simplemente que : "el gallo negro era grande pero el rojo era valiente".
Así que estos paladines se constituyen por la valentía, sus hechos valerosos son lo que provoca que sea valiente, es algo que se retroalimenta. Un héroe para muchos, uno que pueda hacer creer que se puede vencer todo.
¿Y si no hay villanos? , no habrá valentía al oponersele, por lo tanto no habrá héroes, ni gente que se sienta inspirada por estos. Nadie es valiente venciendo molinos, los molinos no se vencen, y ahí esta la caída de la sociedad, la gente frente a la aparición de molinos deja de creer en la magia. Bienvenidos a la modernidad donde ya no nos dormimos escuchando historias de héroes, solo lo hacemos con manuales de arquitectura.
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