martes, 7 de octubre de 2008

Martes 7 de Octubre 19 : 32

Cierren sus ojos, respiren por la nariz lentamente, dejen salir el aire por la boca,y siga reproduciendo este proceso, así no se muere. Una vez vivo, limpie su cabeza (metáforicamente, no literalmente) de pensamientos, las preocupaciones se irán junto al aire expulsado. Ya teniendo el paisaje cerebral limpio, solo queda concentrarnos en lo siguiente a través del sonido "ommmm". Así que todos juntos digamos ""ommmmmm" .
Bienvenido al transe posmoderno, en el día de hoy un híbrido entre miedo y asco a la pedocracia y preguntas.
A mi me gustan bastante los juegos, se puede decir que tengo un espíritu agonístico, lúdico, competitivo. Y me parece extremadamente interesante los juegos de una sociedad, y frente a esto percibo la infantiliación total de los juegos.
Todo sucedió hace un par de años cuando en el onomástico de una amiga (no voy a entrar en detalles, por miedo a que se de cuenta la cumpleañera) una persona sugirió jugar al chancho.
Frente a esto, viene mi primer tanda de preguntas

¿Se puede jugar bien al chancho?
¿Se puede jugar mal al chancho?
¿Qué méritos hay en jugar al chancho?
¿Cómo influye táctica y la estrategia en el chancho?
¿Y la suerte?

Creo que es simplemente para no pensar y no pasar vergüenza con los otros. Porque cada vez hay más gente que acepta que no le gusta pensar, y esto se va a desarrollar en un "post" posterior llamado : "la culpa es del kitsch, siempre es del kitsch". Pero analicemos uno de los juegos más habituales, uno de los que se juegan más, uno de los que todo el mundo sabe jugar, hablo de la conga. Segunda serie de preguntas.

¿Se puede jugar bien a la conga?
Si asumimos que la elección esta en descartar y al elegir entre la carta previamente descartada y el maso. Y la manera de proceder frente a ello es bastante obvia ¿hay libertad al jugar?.
Si es todo suerte ¿se puede decir si hay ganadores? no seria mejor decir que hay alguien que tuvo mayor fortuna.

En todo caso se puede jugar a la conga vista, un juego muy interesante. Pero frente a una generalidad cabe preguntar.

¿Dónde quedo la estrategia?
¿Y la táctica?
¿Y el uso de la mente?
¿Y la habilidad de palabra, la habilidad de lectura de personas, las habilidades de juego?
¿Acaso jugar al truco no te sirve para la retorica?, ¿O jugar al tute cabrero no fomenta el uso de estrategia?
¿Por qué le dejamos ganar a los mediocres, a los aniñados, a los que no saben pensar?

Necesito respuestas para vencer a la pedocracia, que los niños no nos ganen, al fin y al cabo son niños, son estúpidos.
Ya pueden salir del trance posmoderno.

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